Media hora espectacular le bastó al City para barrer del Pizjuán a un Sevilla que no compareció en toda la noche. Presos de la responsabilidad, los de Emery salieron casi al matadero y se encontraron a un Sterling con ganas de liarla que hizo y deshizo a su antojo en el partido. Perdonó el City lo que pudo ser una goleada de escándalo.
El Sevilla salió tembloroso, con la responsabilidad del victoria o muerte y el City olió sangre. Sus primeros 15 minutos fueron un vendaval ante una defensa Sevillista que no sabía por dónde le venían los golpes. La media inglesa se imponía con una facilidad pasmosa, dominando en campo sevillista, que vivía continuamente achicando agua en su frontal. Cada vez que un citizen llegaba a tres cuartos, tamblaban todos los cimientos de Unay y así llegaron dos goles de los de Pellegrini en 3 minutos. Condujo Fernandinho sin oposición en el 9 para meter un balón al espacio en el área al que Sterling llegaba solo para matar ante Rico. Tres minutos después, era el inglés el que tras una gran jugada desde la derecha metía un gran balón al corazón del área para Bony, que remataba mal ante Rico pero el rechace lo pescaba Fernandinho para el 2-0 en tan solo 12 minutos.
Con el City cómodo esperando y lanzando contras con mucho veneno, creció algo el Sevilla, aunque fuera en iniciativa, pero sus acercamientos se debían más a aciertos individuales puntuales que a imponerse a través del juego. En uno de ellos llegó el 1-2, tras un jugadón de Coke en área pequeña que remató al segundo palo el otro lateral.
Pareció respirar un rato el Sevilla pero fue un espejismo. En cuanto el City apretó un poco otra vez volvieron a caer las ocasiones, con la llegada del 1-3 tras una jugada de Navas ante la desesperante pasividad de la defensa sevillista. El extremo controló, se plantó en el área, levantó la cabeza y la puso al segundo palo sin oposición para la llegada, también absolutamente solo, de Bony en el corazón del área que mataba ante Rico. Desastre defensivo mayúsuculo en el Pizjuán que se marchó así al descanso.
La segunda parte tuvo historia hasta la salida de Sterling en el 72. Historia para el City que creaba peligro clarísimo cada vez que el delantero inglés recibía en tres cuartos. Dos jugadones suyos que no acabaron en gol en puro milagro destrozaron el espejismo de un Sevilla que había salido con la tímida intención de mandar y que se volvió a dar de bruces con la realidad. El cambio de Sterling por de Bruyne puso fin a las hostilidades pero ni en esas pudo crear peligro el Sevilla, cuyo único argumento ofensivo eran centros laterales ante los que Otamendi y Kompany se relamían de gusto. Al final, victoria más que merecida de los de Pelegrini que confirman su clasificación para octavos a falta de dos jornadas en el grupo de la muerte. El Sevilla se agarra a que matemáticamente está vivo pero con el fútbol que mostró hoy no puede pensar ni en ganar al Gladbach. Toca mejorar mucho y rápido.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario