River mostró carácter, superó 3-0 a Cruzeiro en uno de sus mejores partidos en la Copa y ya está entre los cuatro mejores equipos del torneo.
Cumplir el objetivo parecía una hazaña. Por el escenario, por la presión de tener que ganar en Brasil y porque el historial agigantaba a un rival que finalmente fue muy fácil de pasar por arriba. Pero este River sabe agrandarse en las difíciles y lo demostró superando desde el inicio a Cruzeiro y logrando un 3-0 que lo clasifica sin objeciones a las semifinales de la Libertadores.
Al Millonario le sobró actitud desde el primer minuto. Salió decidido a igualar la serie, presionó desde el arranque y se encontró con un equipo nervioso, que evidenció todas sus falencias y le hizo preguntar a más de un hincha cómo el equipo de Gallardo no lo pudo complicar en el Monumental.
Y no pudo hacerlo porque no jugó como esta noche. En uno de los mejores partidos de River en la Copa, Sánchez aprovechó una asistencia perfecta de Teo Gutiérrez para definir con tranquilidad y dar el primer golpe; Maidana comenzó a asegurar el pase con un potente cabezazo y el colombiano selló una buena noche con su propio gol, mostrando su calidad.
No hubo puntos flojos ni figuras rutilantes. Este equipo se potencia en lo colectivo y en la visión de Gallardo, cada vez más especialista en jugar torneos internacionales. No mantuvo la intensidad pero sí la tranquilidad en el complemento, en el que Cruzeiro terminó decepcionando a sus hinchas y sólo asustó con dos tiros en los palos.
¿Quién lo hubiera imaginado aquella noche en la que River pasó la primera fase con lo justo ante San José? Pocos. Pero ahora son muchos los que ahora se ilusionan. Porque el Millonario mostró caracter y porque no hay candidatos firmes ni equipos temibles en una Copa Libertadores que, sin pensarlo, ya lo tiene entre los cuatro mejores equipos de América.
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