El delantero danés llevó al partido a la tanda de penaltis con un gol sobre la bocina y anotó el quinto lanzamiento desde los once metros.
El danés Nicklas Bendtner ha sido el inesperado héroe de esta Supercopa de Alemania que ha levantado el Wolfsburgo . El jugador escandinavo, que partía como suplente, anotó en el último minuto el tanto del empate que forzaba los penaltis para luego ser él mismo quien anotara el lanzamiento decisivo en una tanda donde el meta Casteels detuvo el disparo de Xabi Alonso.
El partido arrancó con el Bayern Múnich imprimiendo mucha fuerza y agresividad, con la intención de olvidarse de su última desastrosa actuación en este mismo estadio, donde un motivado Wolfsburgo endosó la primera derrota de la Bundesliga pasada a los bávaros.
Un chut al larguero de Boateng, tras retomar una jugada ensayada por parte de los pupilos de Pep Guardiola que no había fructificado, confirmaba las mejores sensaciones de los de Múnich, a través también del ímpetu de Douglas Costa, queriendo encandilar en su estreno oficial.
La rígida actitud defensiva verdiblanca fue relajándose tras el ecuador del duelo a través de tres ocasiones consecutivas del croata Ivan Perisic. Entre medias, Lewandowski estuvo cerca de inaugurar el marcador con una inesperada cesión de Douglas Costa que pilló al polaco desprevenido, como confiado estuvo De Bruyne al superar por alto a Neuer y no acertar con la portería vacía del Bayern, justo antes del descanso.
La segunda mitad arrancó del mismo modo. La enésima internada de Douglas Costa contó esta vez con el error de Casteels, cuyos guantes dejaron escapar el cuero que cazó un atento Arjen Robben, desnivelando la Supercopa para el campeón de la Bundesliga.
La respuesta no se hizo esperar, Bas Dost olvidó su eficacia antes de las vacaciones en un mano a mano sin ideas donde el holandés eligió un remate previsible y centrado, facilitando la labor de Neuer.
El Bayern había recompuesto su esquema táctico en el último cuarto de hora para conservar el resultado. Un tramo de juego en el que debutó oficialmente el chileno Arturo Vidal y en el que todo apuntaba a que la Supercopa volara a Múnich. Pero antes del pitido final, emergió un desaparecido De Bruyne para servir un gran balón desde la derecha que Nicklas Bendtner alojaba contra pronóstico a las mallas con su zurda.
La consecuente tanda de penaltis, dado que en este torneo no hay prórroga, subió la autoestima tanto de Casteels, quien repelió el lanzamiento de Xabi Alonso, como de Bendtner, el cual tuvo la responsabilidad de ejecutar el quinto tiro de la serie, el que daba la primera Supercopa de la historia a los 'lobos'. Un trofeo que se le resiste a Pep Guardiola, quien ya lleva tres intentos fallidos.
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